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Sus 12 m de luz iban a ser elaborados depositando capas metálicas procedentes de cabezales de soldadura con hilo hueco guiados por cabezas robóticas: es lo que se ha denominado como proceso WAAM (Wire Arc Additive Manufacturing).

El puente ha sido concluido y presentado en la Dutch Design Week, para iniciar su montaje a comienzo del próximo año. Los constructores hacen notar que, de los cuatro años transcurridos desde la propuesta y comienzo del proyecto, solamente el último ha sido de fabricación, que, con la experiencia adquirida, piensan se puede reducir a seis meses. Incluso, aunque se ha fabricado en taller, la idea de realizarlo “in situ” sobre el canal que cruza, hubiese sido también posible.

Otro puente ya instalado con 8 m de luz, formando parte del anillo para ciclistas de Gemert (Brabante), ha sido también realizado por fabricación aditiva, en este caso de hormigón. Solamente ha llevado tres meses desde que comenzó la colocación de las 800 capas de hormigón sobre la armadura precomprimida. Los diseñadores afirman haberse conseguido ventajas sobre la fabricación tradicional, como la reducción en hormigón.

En este proyecto han colaborado la constructora BAM Infra y la Eindhoven University of Technology. Afirman que la experiencia en la fabricación aditiva con hormigón se podrá aplicar extensivamente a la construcción de edificios y, en un futuro a la construcción de bases permanente en la luna, aprovechando como materia prima el regolito existente en el suelo lunar: eso evitaría costosos transportes desde la Tierra.